Viajes culturales

Capítulo 1. Budapest

Guía práctica para recorrer esta bonita ciudad

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Recientemente os comentaba por mi Instagram (@lavenusdeurbino) sobre el “Top 5 ciudades europeas” , personalmente me quedo con Londres, Venecia, Budapest, Bilbao y Viena.

Hoy quiero profundizar la información sobre la fantástica ciudad de Budapest. En mi caso, la visité en marzo por mi cumpleaños y el tiempo fue bastante bueno, más bien frío pero también nos hizo sol. Si a esto le sumas que es temporada baja, puede ser un buen momento para conocer esta ciudad.

Como historia general, os cuento que en 1873 se unieron definitivamente Obuda, Buda y Pest bajo el nombre de Budapest y la ciudad llegó a ser la segunda en importancia del Imperio Austrohúngaro, después de Viena.

Tras la Primera Guerra Mundial, se separa Hungría de Austria, constituyéndose el Estado Húngaro Independiente, y Budapest se convirtió en la capital. Durante la Segunda Guerra Mundial Budapest sufrió grandes bombardeos aéreos de los aliados que destruyeron parcialmente la ciudad. Por esto último, quizá esperaba menos de esta ciudad, pero curiosamente, su patrimonio (reconstruido en su mayoría) tanto a ambos lados de Danubio como en el interior de la ciudad me sorprendieron gratamente.

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A continuación paso a resumir mi visita a esta ciudad -en orden- para que podáis seguirlo si es que os decidís a verla. Ubicándonos en el puente de las cadenas, el más antiguo de la ciudad, flanqueado por dos grandes leones, pasamos a montar en el funicular. Subida casi obligatoria, fue reconstruido tras el bombardeo de la 2GM pero veréis unas vistas geniales para que os den la bienvenida a la ciudad. Subiréis hasta la parte alta, donde se encuentra el Castillo de Buda que alberga la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest.

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Muy cerca encontraréis la zona del Bastión de los pescadores (arquitectura muy instagrameable). Justo al lado, está la Iglesia de Matías de estilo neogótico y característica por su colorido tejado. Seguidamente, os recomiendo ir a por los trajes de baño y trasladaros hasta las icónicas termas Széchenyi (si buscáis unas menos frecuentadas os recomiendo el balneario Gellért) podréis bañaros en las piscinas exteriores por sus altas temperaturas, a pesar del frío exterior, a la vez que disfrutáis de la puesta de sol.

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El día siguiente, empezamos por el Parlamento, que visitamos interiormente con una guía oficial en español muy recomendable. Os aconsejo el desayuno en la cafetería Szamos Cafe (con grandes cristaleras desde las que se aprecia la impresionante arquitectura del Parlamento y a un precio inmejorable). A continuación, podéis pasear por las orillas del río Danubio y pasar por el Monumento a los zapatos (lugar de fusilamiento judío que realmente impacta).

Continuando el paseo llegaréis hasta la Ópera y su arquitectura neo-renacentista húngara. Muy cerca se encuentra la Basílica San Esteban a la que podéis entrar gratuitamente y os recomiendo subir a la parte superior en ascensor por sólo 500 florines.

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Ahora sí, podeis coger el transporte público y desplazaros hasta la zona del barrio judío. Allí se ubica una gran Sinagoga y en su interior, el Árbol de la Vida, una escultura similar a un sauce llorón en el que cada hoja lleva escrita el nombre de un judío asesinado durante el Holocausto.

Paseando, podéis llegar al Mercado Central donde os recomiendo almorzar degustando la comida tradicional como el Gulash o el Langos. Enfrente, encontraréis el Puente de la Libertad con su característico color verdoso que os llevará a la otra parte de Budapest. Desde allí puede contemplarse la Ciudadela, os adelanto que el paseo es bastante empinado y un poco fatigoso si no estáis en buena forma pero hay bancos para descansar en el ascenso. No obstante, creo que las vistas desde allí merecen mucho la pena.

Tras este intenso día de conocer Budapest, tenéis dos opciones. Primero, reservar un pequeño crucero por el Danubio con audioguía (hay muchas y rondan los 10€ con bebida incluida) que sin duda, fue una de mis partes favoritas del viaje al poder contemplar el Parlamento iluminado. Segundo, iros a los populares Bares Ruina, edificios antiguos en los que se han montado bares y pubs en los que podéis cenar y tomar algo si os gusta la fiesta. Ojo, también podéis optar por ambas cosas, no es necesario descartar nada.

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Último día de la visita, empezamos dándonos un capricho en New York Café. El interior os sorprenderá entre un estilo rococó, algunas columnas salomónicas y los frescos del techo. Sin duda, un lugar que visitar una vez en la vida. A continuación y para pasar el día nos dirigimos a la zona del Castillo Vajdahunyad, una zona algo más tranquila. Tiene inspiración en un castillo de Transilvania y fue construido para una Exposición universal. Lo más interesante radica en que no sólo encontraremos un pintoresco castillo, sino un conjunto de edificios que representan la evolución de la arquitectura húngara.

Paseando por las zonas de jardines, encontraréis una escultura un tanto siniestra. Se trata de “Anonymous”, realizada por Miklós Ligeti en 1903 y supuestamente, representa a un cronista del siglo XIII. Aunque su identidad no está nada clara y de ahí, su anonimato. En su mano sostiene una pluma, un tanto deteriorada ya que, todo el que pasa por allí la toca para tener suerte en los estudios, y bueno pues yo misma no pude resistirme, que nunca se sabe con estas cosas.

Un poco más adelante, llegaréis a la Plaza de los Héroes. Rodeada de estatuas, conmemoran a los líderes de las siete tribus fundadoras de Hungría. Enfrente, hallareis la Avenida Andrássy, buen lugar para tomar algo a media mañana o almorzar. La Plaza de los Héroes forma junto con esta avenida forman un conjunto arquitectónico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

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Como recomendaciones finales, os recuerdo que no podéis dejar de probar el famoso Kürtös, un dulce típico del país y que está buenísimo (os recomiendo comprarlo en pequeñas tiendas dedicadas únicamente a realizarlo y se encuentran próximas al Danubio, cerca de dónde se coge el crucero). Además, tened en cuenta que allí la moneda es el florín, muy parecido a nuestra peseta española y los precios son súuuper económicos.

Un poco más adelante, llegaréis a la Plaza de los Héroes. Rodeada de estatuas, conmemoran a los líderes de las siete tribus fundadoras de Hungría. Enfrente, hallareis la Avenida Andrássy, buen lugar para tomar algo a media mañana o almorzar. La Plaza de los Héroes forma junto con esta avenida forman un conjunto arquitectónico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Espero que os guste este post y que algunas de las fotos de mi viaje os generen un poco de ansia -o al menos inquietud- por conocer esta maravillosa ciudad.

¡GRACIAS POR LEERME! Para dudas, puedes contactar conmigo en cualquiera de mis redes sociales.

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